jueves, 29 de marzo de 2018

OLIMPIA CARBALLO "Una bala nacida entre guitarras"


Por: Óscar Fajardo Gil[1] 
A mediados de la década de 1950, se realizaban concursos de canto en la pérgola del parque central de Amatitlán, que por ese entonces aún conservaba el nombre de "Justo Rufino Barrios" y se apreciaba la antañona ceiba en la esquina de la 2ª avenida y 6ª calle frente al mercado municipal.


Entre los concursantes había tres jóvenes damas que destacaban en su búsqueda del primer lugar: María del Tránsito Barrios Morales era la mayor de las tres y tenía ya alguna experiencia artística, la menor era Rosita Cuevas quien cantaba canciones de Sarita Montiel - especialmente "La Violetera"-, y Olimpia Carballo de tan solo trece años de edad, quien vivía por el puente de La Gloria en el Barrio La Cruz.

Uno de aquellos concursos lo ganó María del Tránsito, a quien le dieron un plato grabado, pero también Olimpia fue premiada con un abrigo, por su interpretación de "La Bala Perdida" acompañándose ella misma con una guitarra.

"Yo nací entre guitarras" expresó María Olimpia Carballo, en la entrevista que tuve el gusto de efectuar el miércoles 28 de marzo 2018 por gestión del Arq. Erick Ronaldo Suárez Reynoso, refiriéndose a la vocación musical de su familia. A los siete años aprendió a tocar el versátil instrumento de las cuerdas.


Nació en el mes de enero entre los años de 1943 y 1945. Fue una patoja sencilla y humilde del barrio de las tradiciones de feria en Amatitlán, en donde compartió juegos con la mayoría de vecinos varones: También aprendió a nadar en el río Michatoya.

"…  yo la recuerdo con mucho aprecio, pues en realidad cantaba muy bonito, pero no era mi estilo, ella se ganó el cariño en ese entonces del público de los beneficios de café. A mí no me permitía mi hermana Lota ni acercarme a esos lugares. Me alegro que la haya entrevistado”, comentó doña Rosita Cuevas.[2]

El destino de Olimpia fue ser cantante. Lo hacía en Amatitlán, acompañando duetos, tríos y grupos de cuerdas, entre los que recuerda a "Los Tuchos" trío formado por Augusto Méndez, Augusto Carballo (su hermano) en el requinto y "Pan Blanco" (de quien no recordó el nombre). También cantó alguna vez con la marimba Notas Sonoras de los Hnos. Saravia (Los Mapaches).

Con el paso del tiempo se fue de Amatitlán en busca de mejores horizontes. Se estableció en Escuintla, en donde continuó dedicándose a la música. Siempre alegre, bromista y ocurrente, con su buena dosis de picardía pepitera y un vocabulario florido como la primavera. 

En la "Ciudad de las Palmeras" ha pasado los años cantando acompañada de grupos de cuerdas y algunos mariachis. Su repertorio incluye boleros y música ranchera, a ella le gustan los temas de tríos como "Amorcito Corazón", "Bésame mucho", "Usted", "Rayito de Luna", "Gema", algunos de Juan Gabriel como "Así fue", "Amor Eterno" y otros por el estilo. Desde luego “Noches de Escuintla”, “Amatitlán Soñado” y más canciones del pentagrama chapín. Aunque la mayoría de la clientela actual le solicita canciones de Paquita La del Barrio: "Rata de dos patas", "Pobre pistolita", "Tres veces te engañé", "Me saludas a la tuya", y otras.

De mesa en mesa, por cevicherías, restaurantes y otros negocios, va ofreciendo sus canciones a cambio de algunos quetzales. Su propina, algunas veces, llega en forma de sonrisas, aplausos y quizá hasta palabras de elogio y algún abrazo. Algunos la reconocen, otros ni de su nombre se acuerdan.


Su vida ronda los 75 años mientras su trayectoria artística trasciende las seis décadas. A su manera, también ha representado a Amatitlán. Le pregunté: ¿hasta cuándo va a seguir cantando? Sonrió, le brillaron los ojos y con voz firme contestó: "Hasta que Dios quiera".

OFG / 20180328   



[1] Cronista de la Ciudad de Amatitlán, Acuerdo Municipal 33-21-08-2014
[2] Chat Facebook. 28 marzo 2018

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