miércoles, 28 de octubre de 2020

PATSY amplió su menú en Amatitlán, ahora con servicio de restaurante

Por: Oscar Fajardo Gil, Cronista de la Ciudad de Amatitlán

Luego de año y medio de ofrecer su amplia variedad de deliciosos pasteles y buen café, Patsy tiene ahora, desde el viernes 23 de octubre 2020, un sabroso menú de comidas y bebidas para deleite de los amatitlanecos.

Desde desayunos, platillos típicos, varias opciones de almuerzos, submarinos, ensaladas, hamburguesas, refrescos, entre otros, con la reconocida calidad y toque de buen sabor que ha distinguido a Patsy desde hace muchos años, a nivel nacional. Los productos son servidos con esmero y excelente atención por parte de todo el personal.

Para brindar un mejor servicio, fueron ampliadas sus instalaciones frente al parque central de Amatitlán, en la tercera avenida entre sexta y séptima calles del barrio San Antonio. Mesas y sillas fueron distribuidas cumpliendo con el distanciamiento social, el local y todo el personal cumplen estrictamente con los protocolos de prevención y saneamiento. 

Medición de temperatura y aplicación de gel desinfectante, así como uso de mascarilla, son requisitos que los clientes deben cumplir a su ingreso.

Nos alegra mucho la ampliación de menú de Patsy en la ciudad de Amatitlán. Durante estos 18 meses, desde su inauguración, ha sido evidente la aceptación de sus productos y servicios entre los consumidores de esta importante ciudad al sur de la capital de la República. Sin lugar a dudas, Patsy es una pastelería y restaurante recomendado para comer sabroso y pasarla bien.

sábado, 17 de octubre de 2020

AMATITLÁN PASA DE ALERTA ROJA A ALERTA ANARANJADA en el Sistema de Alertas Sanitarias o Semáforo COVID-19

Por: Oscar Fajardo Gil, Cronista de la Ciudad de Amatitlán

Según el semáforo de alertas Covid-19 vigente para los próximos 15 días en Guatemala habrá menos municipios en color rojo y más en naranja y amarillo. La Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia Covid-19 (Coprecovid) publicó este 17 de octubre una actualización de los datos y el nuevo semáforo de alertas.

A nivel nacional: Guatemala tendrá 122 municipios en rojo (163 anteriormente), 121 en naranja (109 antes) y 97 en amarillo (68 antes).

La capital de Guatemala seguirá en naranja, así como Santa Catarina Pinula, Palencia, Mixco, Fraijanes, Amatitlán, Villa Canales, Villa Nueva y San Miguel Petapa. En cambio, estarán en rojo San José Pinula, San José del Golfo, San Pedro y San Juan Sacatepéquez, San Raymundo y Chuarrancho. Por ahora, el departamento de Guatemala no tendrá municipios en alerta amarillo.

La Presidencia, la Coprecovid y el Ministerio de Salud lanzaron el 27 de julio pasado el Sistema de Alertas Sanitarias para la atención de la epidemia del covid-19 en Guatemala que da paso a la gradual reactivación económica del país, que en octubre tuvo una nueva etapa con más apertura.

El semáforo epidemiológico se implementó, según las autoridades, para dar inicio a la reapertura gradual de país, de las actividades económicas, sociales y religiosas.

Fuente: Prensa Libre

viernes, 16 de octubre de 2020

FUI TESTIGO DE LA TRAGEDIA DEL ESTADIO... EN 1996

Por: Oscar Fajardo Gil, Cronista de la Ciudad de Amatitlán

Nunca podré borrar de mi mente las imágenes de la tragedia en el estadio nacional Doroteo Guamuch Flores, la noche del 16 de octubre de 1996. 

Mi mente y mi corazón estaban en la Vuelta Ciclística más que en cualquier otro asunto. Pero apenas cuatro días antes del banderazo de salida, el staff deportivo de Emisoras Unidas se preparaba para la cobertura del partido entre Guatemala y Costa Rica, eliminatoria rumbo al Mundial de Francia 98. 

Por la tarde había acompañado al colega costarricense Yashin Quezada a hacer varias entrevistas y lo había llevado a su hotel en Antigua Guatemala, sede de la selección de su país. Los ticos, debido al intenso tráfico desde la Ciudad de las Perpetuas Rosas, llegaron tarde a nuestra máxima instalación deportiva. Se asombraron al ver la gran cantidad de personas que había afuera del estadio; según se sabía "el coloso de la zona 5" estaba lleno, aún así había muchos aficionados haciendo filas con boleto en mano para poder ingresar. 

Me encontraba en el camerino de la selección de Guatemala, cerca de un oficial de la Guardia Civil Española que estaba en nuestro país impartiendo instrucciones a los integrantes de la nueva Policía Nacional Civil. El operativo de seguridad en el estadio, estaba bajo la coordinación de los oficiales españoles. Eran aproximadamente las siete de la noche, cuando pude escuchar que había problemas con algunos aficionados en la general sur y que se declaraba Código Naranja, máxima alerta. Los policías bloquearon la salida hacia la pista de atletismo, pero me escudé con el transmisor (RPT) y logré avanzar entre empujones. 

Fui uno de los primeros periodistas en llegar al lugar en el cual con mucho esfuerzo, y aún con el riesgo de exponer su propia integridad, los bomberos municipales habían logrado sacar a las primeras víctimas de una avalancha humana que se originó cuando los aficionados que se encontraban afuera del estadio empujaron con fuerza y abrieron las puertas de acceso al sector de General Sur, sobre la 10ª avenida. Los aficionados de las gradas superiores cayeron sobre los de las gradas inferiores, ni unos ni otros sabían realmente que estaba ocurriendo. Fue espantoso!!! 

Cientos de personas, hombres, mujeres, niños, cayeron y fueron pisoteadas, aprisionadas o asfixiadas por la muchedumbre. No tuvieron tiempo, ni espacio, para protegerse, salir huyendo o evitar la tragedia. Eran evidentes las lesiones graves: costillas, brazos y piernas con fracturas internas y expuestas, traumas craneoencefálicos, golpes y hemorragias internas. Aquello era dantesco, fuera de la realidad. 

En la pista de atletismo, me acerqué a donde un bombero hacia esfuerzos desesperados por reanimar a un muchacho como de 16 años, practicándole RCP. Pasaron varios y largos minutos entre respiración artificial y masaje pectoral, hasta que con lágrimas en los ojos me vio con profunda tristeza y me dijo que era inútil, aquel chico que había salido contento de su casa para ir a ver un partido de su Selección de fútbol yacía inerte en los brazos del rescatista, estaba muerto. 

Recuerdo que sentí seca la boca y una especie de presión que me dificultaba hablar, no podía evitar que me temblara el cuerpo, sin darme cuenta también yo estaba llorando. 

- ¡Hay una persona fallecida en la general sur! – grité alterado a través del micrófono de Emisoras Unidas. 

- ¡No puede ser! Asegúrese de lo que está diciendo! No puede haber un muerto!!! – contestó con tono de reproche e indignación el Dr. Carlos Muralles Magaña, coordinador de la transmisión. 

- Es cierto – respondí inmediatamente, y agregué – había un muerto. Ahora son dos… cuatro… ocho… - mientras que los cuerpos de los fallecidos eran colocados a la par uno de otro sobre la pista de atletismo. 

Aquello era un manicomio, parecía que todo mundo gritaba. Bomberos voluntarios y municipales, socorristas de Cruz Roja, policías, aficionados que buscaban a sus familiares o acompañantes, heridos que se quejaban y demandaban atención. En otros momentos, todo era un enorme silencio, solo había imágenes que se movían de un lado a otro, deambulaban, con los ojos abiertos y la mirada extraviada. 

Vi a compañeros y colegas deportivos, nacionales o extranjeros, con poca o ninguna experiencia en nota roja, con el pánico pintando de blanco sus rostros y dejándolos sin poder pronunciar palabras. También ellos lloraban, se consolaban unos a otros y buscaban el refugio de las cabinas... En memoria de los 84 aficionados que perdieron la vida aquella noche.

(Adaptado de mi libro "Crónicas del Micrófono y un chin de otras salsas", publicado en octubre de 2016)

martes, 6 de octubre de 2020

UN RECUERDO DE OCHO DÉCADAS DE LA FAMILIA MORALES DÍAZ

Por: Oscar Fajardo Gil, Cronista de la Ciudad de Amatitlán

Conforme pasan los años, los países, los municipios, las ciudades van cambiando no solo en cuanto a su infraestructura: edificios, calles, avenidas, parques y demás elementos arquitectónicos y urbanísticos; sino también, y más importante, en lo que se refiere a la integración de su tejido social: las personas que integran sus familias y desempeñan el valioso rol de interacción comunitaria.

Gracias al entusiasmo, vocación de servicio, amistad y confianza, que caracteriza y nos concede la estima amiga Connie Morales Díaz, hoy podemos apreciar esta interesante fotografía que puede remontarse entre 75 y 80 años en la historia.

Aparecen: don Rodrigo Morales Soto, papá de Connie, su tía Julia, su tía abuela "Mamá Chía" (quien falleció a la edad de 104 años), su abuelo don David Salazar, y Rosita Salazar. Como dice Connie: "... todos ellos ya se encuentran al lado de Nuestro Señor".

La foto fue tomada en los jardines de finca cafetalera San Ignacio, propiedad de don David Salazar Barillas, en Villa Canales (por entonces llamado Morán).

Es oportuno recordar que don Rodrigo Morales Soto, formó hogar con doña Consuelo Díaz Samayoa, quien fue Reina de Amatitlán en 1936, y era hija de doña Fernanda Samayoa de Díaz, propietaria de la famosa y bien surtida tienda de antaño "La Providencia", en la 3a avenida entre 4a y 5a calles del barrio la Cruz de la ciudad de Amatitlán. 

Doña Consuelo fue hermana de don Roberto Díaz Samayoa y del licenciado Vicente Díaz Samayoa, quien fue Rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala (1954-1958), Ministro de Educación Pública (1959) y Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (1965), entre otros cargos.

Los esposos Morales Díaz fueron padres de Rodrigo Morales Díaz (QEPD), Connie Morales Díaz (de García), y Annabella Morales Díaz de Ramazzini. 

Saludos para todos los descendientes de tan estimada familia, y para todos los amigos que nos honran con su visita, su lectura y sus comentarios. (OFG)