miércoles, 1 de mayo de 2024

EL NIÑO DIOS DE AMATITLÁN no es de Atocha

Por: Oscar Fajardo Gil, Cronista de la Ciudad de Amatitlán

Es necesario insistir sobre la correcta denominación de la imagen del patrono de los amatitlanecos, cuyo nombre es NIÑO DIOS DE AMATITLÁN, ni más ni menos. De tal manera como se acostumbra con otras imágenes que llevan el nombre del lugar donde se veneran, tal es el caso de: Señor de Esquipulas, Virgen de Chiantla, Jesús de San Felipe, Señor de la Merced, y otros.

Las imágenes del NIÑO DIOS DE AMATITLÁN y el Niño Dios de Atocha son TOTALMENTE DISTINTAS.

EL NIÑO DIOS DE AMATITLÁN, representa a un pequeño de no más de cinco años de edad, su rostro por lo tanto es más bien redondo o "cachetón". Su mano derecha se levanta en acción de bendecir. En su mano izquierda sostiene un cetro. Su pie derecho descansa sobre el mundo, representando su divinidad como Señor del mundo. Su pie izquierdo se posa sobre una calavera, representando que es "vencedor de la muerte". Sobre su cabeza luce un resplando de plata.

Se estima que la veneración de esta imagen se remonta a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, en Pampichí; voz nahuatl que significa "entre las flores". El Santo Hermano Pedro, alrededor de 1650-1655, supo, reconoció y promovió la devoción a la imagen del divino infante venerado a orillas de nuestro lago.

En 1789, ante la masiva afluencia de fieles devotos que llegaban de muchas partes de Guatemala y el exterior, el obispo de Guatemala Cayetano Francos y Monroy, ordenó el traslado de la imagen del Niño Dios desde Pampichí hacia el templo parroquial de Amatitlán.

El domingo 30 de abril de 2017, monseñor Oscar Julio Vian Morales - Arzobispo Metropolitano, en la plaza frente al templo parroquial San Juan Bautista, celebró la Consagración pública del NIÑO DIOS DE AMATITLÁN. “La Consagración de esta bella imagen, que tiene ya más de 300 años de veneración, es un reconocimiento por parte de la iglesia a la profunda fe de los fieles... Junto a la unción de esta imagen ha de ir también nuestro corazón y nuestra alegría", expresó en su homilía Mons. Vian Morales (QEPD).

De acuerdo con la tradición española, al Santo Niño de Atocha, cuya edad podría ser de entre 8 y 10 años, se le representa portando un sombrero de ala y capa de peregrino, además lleva un bastón, un “calabazo o tecomate” para el agua y una canasta para el pan. Esta forma de vestir es, de acuerdo con la tradición, la manera en la que se hacía en Atocha, España, cuando llegó la invasión de los moros y usaron a los cristianos como prisioneros. 

Al parecer, el error o confusión pudo originarse hace muchos años, quizá primera parte del siglo XX, cuando ante la demanda de numerosos visitantes que llegaban al templo parroquial San Juan Bautista de Amatitlán y querían llevarse un recuerdo del Milagroso Niño Dios de Amatitlán. Entonces, algún religioso tuvo la ocurrencia de traer estampas del Niño de Atocha para ponerlas a disposición pública. Pudo ser con buena voluntad, pero con el paso del tiempo se convirtió en una equivocación.

Que quede claro. El nombre correcto es NIÑO DIOS DE AMATITLÁN. Y punto. (OFG)

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