domingo, 8 de octubre de 2017

SE NECESITAN MÁS VOCACIONES SACERDOTALES

“Al enfermo hay que darle la unción antes de que entregue el tacuche, cuando ya es demasiado tarde. Entendiendo además que la unción no es precisamente para curar, es para fortalecer al enfermo. Dejemos que se haga la voluntad de Dios, porque Dios no es curandero sino Salvador” manifestó el sacerdote César Augusto Alonzo Baeza en la homilía de la misa de seis de la mañana del domingo 08 de octubre 2017, en la parroquia San Juan Bautista de Amatitlán.


Con un lenguaje claro y coloquial, por momentos hasta un poco irreverente, ofició misa de una muy particular manera, empleando el recurso una oratoria popular alejada de la solemnidad y los protocolos, condimentada con algunos chispazos de jocosidad y hasta cierta picardía. De tal modo que logró primero alejar la madrugadora somnolencia de algunos para después captar la atención y la simpatía de la mayoría de asistentes, quienes pasaron de las murmuraciones por la inicial sorpresa a la sonrisa y gestos de aprobación al comprender el sentido de sus palabras.

En el mes de la Virgen del Rosario, Patrona de Guatemala, pidió a los feligreses que oren para que existan más vocaciones sacerdotales, haciendo énfasis de la importancia del sacerdote para que se cumplan los fines de la Iglesia. “Sin sacerdotes no hay sacramentos, sin sacerdotes no hay confesión, sin sacerdotes no hay perdón, sin sacerdotes no hay eucaristía…” dijo el padre Alonzo.


Los sacerdotes son seres humanos no perfectos, propensos por las tentaciones, pueden cometer errores e incluso pecar. Sin embargo, al recibir el don y el ministerio de ser sacerdotes dejan de ser hombres y deben ser vistos como ministros de Dios. “Oren por sus sacerdotes para que se fortalezcan, para que gocen del perdón y de la misericordia de Dios. Para que puedan cumplir con su misión. No se limiten a señalarlos y condenarlos, ayúdenlos si es necesario. Tomen en cuenta que si el pastor se salva también se salva su rebaño, pero si el pastor se condena la misma suerte le espera a sus ovejas”, agregó el sacerdote Alonzo.

Se refirió de igual manera a la salvación del pecado original por medio del bautismo, el perdón por medio de la confesión y el arrepentimiento, el privilegio de la eucaristía al hacer la primera comunión, la importancia de la confirmación, así como el valor del matrimonio. “Como dice la primera carta de San Pablo a los Corintios: el amor todo lo soporta. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. Entonces es para que la esposa aguante al esposo y el esposo soporte a la esposa, por amor. Por amor en Cristo, hasta santificarlos”.

Al final reiteró la necesidad de promover nuevas vocaciones sacerdotales entre la juventud actual. “San Juan Bosco decía “El mejor regalo que Dios puede hacer a una familia es un hijo sacerdote” y es cierto. Por eso les pido que no duden en animar a sus hijos para que estudien y se conviertan en sacerdotes ya que la tarea es grande pero las bendiciones son mucho más”. En forma directa pidió oración por intención de Mons. Oscar Julio Vian Morales – Arzobispo Metropolitano, por todos los sacerdotes de la arquidiócesis especialmente por el padre Gustavo Montenegro – párroco de Amatitlán, y por los 72 seminaristas que actualmente estudian para ordenarse sacerdotes. Agregamos por nuestra parte una oración por los jóvenes seminaristas amatitlanecos Álvaro Oliva Ochoa y Luis Alfonso Ayala Mazariegos. 


El padre César Augusto Alonzo Baeza por casi 30 años se ha dedicado a la divulgación de la fe en la Diócesis de Sololá-Chimaltenango en donde ha sido delegado episcopal para la economía del Seminario Mayor Nuestra Señora del Camino y el Seminario Menor San José. Es hermano del padre Luis Felipe Alonzo Baeza, Vicario de la parroquia de La Inmaculada Concepción en Villa Nueva.

Personalmente nos dimos cuenta de la aprobación de la mayoría de los asistentes a la primera misa dominical y escuchamos frases tales como “Es un buen padre”, "Es una bendición que venga a Amatitlán", y “Sus palabras son un verdadero regalo de Dios”. Gracias padre César Augusto Alonzo Baeza por su presencia y su prédica. Gracias por traer luz y claridad. Dios bendiga a todos los sacerdotes que tienen el don y el misterio de la vocación, y al Espíritu Santo en su mente, en su corazón y en sus labios. Gracias a Dios por el privilegio de la misa dominical.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Las opiniones de nuestros distinguidos visitantes son BIENVENIDAS. Por favor, respetemos a los demás. Todo comentario ofensivo o denigrante será censurado. EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ.