Por: Oscar Fajardo Gil, Cronista de la Ciudad de Amatitlán
Aquellos árboles crecieron hasta convertirse en emblemáticos de la 7ª calle entre 1ª y 2ª avenidas del barrio San Antonio, a un costado de la parroquia San Juan Bautista de Amatitlán. Numerosas serían las historias por contar con relación a estos almendrales.
Por causa del paso de los años y debido a un crónico ataque de plagas, llegaron a deteriorarse severamente. Hasta que se determinó cortarlos el 19 de octubre de 2018, transcurridos 86 años desde que fueron plantados por los admiradores ubiquistas.
El domingo 04 de noviembre del 2018, como parte del programa inaugural de la nueva pavimentación de la zona de abordaje de transporte urbano -posible gracias al aporte de ASTUA-, la Municipalidad programó la plantación de tres nuevos almendrales en dicho punto frente al edificio de la antigua Jefatura Política Departamental. Estos árboles fueron plantados por la alcaldesa municipal Mara Marroquín Flores, el pintor paisajista Carlos Santos Sacú, y el Cronista de la Ciudad Oscar Fajardo Gil.
Al almendro, también llamado almendro tropical, de nombre científico Terminalia catappa L., Es originario de Malasia, India y/o Nueva Guinea. Clasificación taxonómica: Reino: Plantae, División: Magnoliophyta, Clase: Magnoliopsida, Orden: Myrtales, Familia: Combretaceae, Tribu: Combreteae, Subtribu: Terminaliinae, Género: Terminalia.
Terminalia catappa fue traído al continente americano a partir del siglo XVI. Requiere suelos arenosos, profundos y con buen drenaje; clima tropical cálido a semi cálido: mínimas de 15 a 17 grados C, media 25 grados C, y máximas de 32 a 35 grados C.
El principal uso de esta especie es como planta de sombra. Se utiliza para reforestar y embellecer las zonas urbanas, disminuir el impacto de la contaminación ambiental. Su follaje verde oscuro es atractivo, por lo que es común verlo en parques y áreas recreativas.
Los trabajos efectuados por la Asociación de Transportistas Urbanos -ASTUA- en la estación de abordaje consisten básicamente en volteo y extracción de materiales hasta un metro de profundidad, arreglo de fugas y tuberías, fundición de plancha de concreto reforzado en un área de aproximadamente 300 metros cuadrados, instalación de reja de protección, remates y acabados. La inversión se estima en 200 mil quetzales. Fue necesario para los transportistas emprender esta obra debido al deterioro extremo de las planchas de concreto de mala calidad instaladas por la Municipalidad en el año 2015, situación que obligó al cierre durante varios meses de esta estación de abordaje.
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