Por: Oscar Fajardo Gil, Cronista de la Ciudad de Amatitlán
Un rezado histórico, diferente, se vivió en la parroquia San Juan Bautista de la ciudad de Amatitlán, el lunes 11 de enero del año 2021; a causa de las restricciones y los protocolos de seguridad por la pandemia de coronavirus.
Desde temprana hora fueron abiertas las puertas del templo para dar lugar a la veneración de numerosas personas que llegaron para manifestar de diversas maneras su devoción a la preciosa imagen de la madre de Dios, la Virgen del Rosario. El templo fue acondicionado de tal manera que los visitantes ingresaban en una fila guardando la distancia preventiva, después de desinfectar su calzado en una alfombra y frotar alcohol gel en sus manos, obligatorio para todos fue el uso de mascarilla de protección. La fila en constante movimiento, sin permitir que nadie se postrara de rodillas, conducía desde el fondo hacia la salida por la derecha empleando el portón de la casa parroquial.
La C. I. de la Virgen del Rosario fue instalada en una andarilla nueva, construida en madera de cedro con dimensiones de 4 x 1.5 metros (la cual describimos con amplitud en un artículo anterior en este blog), la ornamentación fue a base de preciosos arreglos florales con predominio de color rojo de rosas, gerberas y margaritas. El ajuar, de la Virgen y el Niño Dios en su brazo izquierdo, fue confeccionado en vistosa tela de color beige con sobria elegancia.
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