En las instalaciones de la escuela OUM Rafael Iriarte se efectuó el panel foro "Estrategias en la Educación Intercultural para fortalecer la Identidad y Convivencia en el Aula", organizado por los estudiantes de la Licenciatura en Administración Educativa con especialidad en Gerencia de Calidad de la Universidad Mariano Gálvez, extensión Amatitlán.
"Que alegre hubiera sido que antes hubiéramos podido realizar estudios universitarios aquí mismo en Amatitlán. Hoy tenemos y debemos aprovechar el beneficio de los programas interculturales. Antes solo de la escuela Pedro Molina, de Chimaltenango, los egresados tenían una especialización en enseñanza rural", comentó la licenciada Brenda Cruz de Melgar.
El licenciado Oscar Augusto Díaz Ramos manifestó: "Debe haber compromiso institucional, cada escuela, cada universidad debe asumir el compromiso de respetar a las personas y sus características individuales así como grupales. Un compromiso docente que lleve a los alumnos y a la comunidad a desarrollar un ambiente de respeto mutuo. Deben definirse planes de acción y metodología, lo mismo que la promoción de valores. La metodología debe ser participativa. Nuestra experiencia en la Escuela Normal Intercultural nos ha permitido compartir con alumnos procedentes de Palín, todos ellos jóvenes y muy nobles, con los que el aprendizaje ha sido ambas vías".
Oscar Fajardo Gil, Cronista de la Ciudad de Amatitlán, compartió: "La docencia debe ser pasión, porque de lo contrario no se logran los objetivos. Debe respetarse a los demás, a los alumnos y sus familias, así como a la comunidad que representan, con sus propias costumbres y tradiciones. Se debe ser creativo para emplear los recursos disponibles en el entorno. Hay que ser, hasta cierto punto, shute; es decir, hay que interesarse por lo que pasa en la comunidad. Se debe viajar, visitar, conocer, comer, hablar, y compartir con diferentes comunidades, los guatemaltecos debemos realmente conocer Guatemala, en vivo no sólo a través de la televisión o la Internet. Hay que ser originales pero siempre que se pueda trabajar en grupos, socializar los procedimientos y estrategias. Es muy importante ser sincero, reconocer que existen limitaciones y que no se sabe de todo. Estar dispuestos, todos los días y en todo lugar, a aprender cosas nuevas".
El licenciado Agustín García expresó: "El pueblo maya poqomam tiene la costumbre de iniciar toda actividad con una invocación a Dios Creador y Formador de todo lo que existe, y con un saludo respetuoso a nuestros abuelos, a nuestros padres, y a las mujeres. Como docente intercultural y maestro de idioma poqomam, comparto algunas experiencias. He trabajado con niños y jóvenes poqomames. Tenemos que conocer al estudiante, de donde proviene. Tener conocimientos generales de la comunidad, no hay necesidad de ser especialistas. Yo saludo en poqomam aunque no me entiendan, pero asumo el compromiso de respetar y promover mi idioma maya. Si yo no sé y tu no sabes, aprendamos. Si yo sé, enseño. Cómo puede ser? que cuando un maya hablante tiene dificultad para expresarse en castellano hay quienes hasta se burlan de él; pero si se trata de un angloparlante o cualquier otro extranjero el que se expresa mal en castellano o se equivoca en la pronunciación hay quienes lo toman en gracia y hasta le aplauden. En nuestros centros educativos debieran existir murales educativos escritos en el idioma maya predominante en cada región. Se podría implementar nomenclatura en ese idioma maya, para identificar áreas tales como sanitarios, cocinas, aulas, dirección, y otros, agregándoles gráficos o dibujos que permitan una comprensión fácil para la mayoría. Usemos los recursos disponibles no los que resultan ajenos a la comunidad, tomemos en cuenta el entorno natural".
La licenciada Ana Elizabeth Ortiz Jiménez comento: "La educación debe ser inclusiva. La interculturalidad hay que vivirla".
El profesor Juan Alberto Rodríguez se refirió a los estudios sociales que ha realizado durante algún tiempo en la comunidad San José de aldea Los Humitos.
El ingeniero agrónomo Elmer Estuardo Gatica Trabanino, compartió sus experiencias en el proceso de aprendizaje en otros países, tal el caso de Japón en donde efectuó estudios de postgrado y tuvo la oportunidad de compartir con representantes de diversos países. "La primera barrera es el idioma. Porque todos hablan japonés, muy pocos inglés, y solo unos cuantos el castellano. Prácticamente desde el aeropuerto existe un choque cultural, con un alto grado de dificultad para comunicarse con los demás, por lo que debe recurrirse incluso al lenguaje de las señas. Eso me ha permitido comprender a quienes no hablan el castellano en Guatemala, cuando nos corresponde interactuar con ellos. Por eso, es básico respetar a quienes tienen idiomas y culturas diferentes", dijo.