Por: Oscar Fajardo Gil, Cronista de la Ciudad de Amatitlán
Una comida sabrosa y bien equilibrada es todo un poema de vida. Así es la experiencia de visitar Pacaya Bistro, en el Km. 43.2 de la carretera al volcán de Pacaya, y disfrutar de un sorprendente y variado menú que nos transforma, nos relaja y nos invita sutilmente a salir de la rutina.
Decir que se trata de comida suculenta y bebidas deliciosas, es poco. Desde el primer instante es algo fuera de serie con su concepto a mitad de camino entre lo ecológico, lo vintage y lo excitante. Mientras el chef prepara la respectiva orden, se puede aprovechar el tiempo para hacer un tonificante paseo por los senderos de un precioso jardín natural. El clima generalmente fresco, con el atardecer tiende a ponerse frío pero sabroso, ideal para disfrutar de un buen café o chocolate.
Su equipo de colaboradores se esmeran en la preparación de cada platillo, para el que emplean ingredientes frescos y de excelente calidad. Como resultado logran no solo vistosas presentaciones sino, lo más importante, comida saludable garantizada.
Un poco como aventura y también para celebrar el Día del Cariño, en familia decidimos tomar la ruta del intensamente activo volcán de Pacaya, a solo 15 kilómetros de Amatitlán, con la intención de pasar a Pacaya Bistro, del cual ya tenía referencia fotográfica y los comentarios de algunos amigos. Definitivamente valió la pena !!! Es un un restaurante pequeño y acogedor, pero absolutamente recomendable. Se come y se bebe más que bien, se disfruta del paisaje y del clima, un verdadero regalo al paladar y al espíritu.
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