Nacimiento de la familia Flores tradición de 110 años en Amatitlán

Por: Oscar Fajardo Gil, Cronista de la Ciudad de Amatitlán

Guatemala es un país rico en historia, costumbres y tradiciones, que en la época navideña se convierten en trascendencia mayor. Los hogares chapines son adornados alegremente con coronas, flores de Pascua, así como diversas decoraciones influenciadas por otras culturas. Las abuelas riegan pino el piso, cuelgan manzanilla en las paredes y puertas de la casa y construyen el mejor nacimiento. El aroma, el colorido y el sabor de la Navidad son especiales.

Nacimiento Familia Flores, en Amatitlán. Foto: Oscar Fajardo Gil 2024

Entrevistamos al licenciado Juan Alberto Rodríguez Flores, quien junto con su familia mantienen vigente la elaboración de un nacimiento, pesebre o Belén que tiene 110 años de vigencia.

“Hablar de este nacimiento es una historia de amor, por medio de la cual me fue inculcado el amor por el Sagrado Belén. Mis bisabuelos Ángela Godoy Morales de Flores y Cástulo Flores Alonzo iniciaron la tradición familiar en la 7a avenida 4-17 del Barrio San Juan. En 1915, se ganaron la imagen del Niño Dios en una rifa que se hacía por el mes de mayo; ese mismo año adquirieron las imágenes de “los señores”, la Virgen María y San José, y así elaboraron el nacimiento, desde entonces en la misma pieza o cuarto de la casa.

Los hermanos de mi bisabuela, José María y Trinidad Godoy, eran altareros amatitlanecos reconocidos y se encargaban de ayudar en la elaboración de este altar navideño. Mi abuelita María Dionisia Jiménez de Flores y mi abuelo Juan Isidro Flores Godoy se encargaron de continuar con la tradición del nacimiento. Recuerdo que mi abuelo Juan Isidro se encargaba del adorno que representaba el cielo, mientras mi abuela y mis tías hacían lo propio en la parte de abajo. 

A partir de enero de 1916, se mantiene la tradición de rezar la novena del Niño Dios. Yo nací el 13 de enero de 1990 y mi cumpleaños coincidía con el final de la novena. Primero se le rezaba al Niño Dios y luego era mi pastel. A partir de los ocho años de edad ya aporté algunas ideas para el nacimiento. De esa manera, heredé la tradición familiar que aprendí a amar y que mantenemos hasta la fecha, gracias a Dios. 

Ahora lo reinterpreto junto la altarería tradicional guatemalteca que no se ha perdido. Cada año hacemos un nuevo diseño, con creatividad y devoción, para agradecer las bendiciones que recibimos de Nuestro Señor”.

A principios de este año 2025, fuimos cordialmente invitados para asistir al final del novenario en honor al Niño Dios, en el nacimiento de la familia Flores en el barrio San Juan. Magnífica oportunidad de apreciar la creatividad y colorido de esta hermosa tradición de 110 años en Amatitlán. Entre ambiente con aroma a incienso, pino y manzanillas, con alegres notas de la marimba y bullicio de cohetería con quema de torito incluida, así como deliciosos tamales y ponche. Muchas gracias al licenciado Rodríguez Flores, historiador, costumbrista y fiel servidor de la iglesia católica. (OFG)