Por: Oscar Fajardo Gil, Cronista de la Ciudad de Amatitlán
El refrán dice que "de médico, poeta y loco, todos tenemos un poco"; sin embargo, a nuestro personaje se le aplica más bien: "para músico, pintor y dulcero, Wittín es bien chilero".
Luis Antonio Peralta Figueroa nació el 10 de junio de 1954, en esta tierra pepitera de las perpetuas mengalas. No es por hacerle fama pero con solo una docena de años en su existencia fue alumno de artes plásticas con la licenciada Aracely Judith Samayoa Godoy, quien le dijo que tenía aptitudes para el dibujo y la pintura; al principio, él como que no le puso mucho "coco" al asunto. Pero, como la vida da tantas vueltas, con el paso de los años llegó a convertirse en pintor de casas, edificios variados, y rotulador de muchos negocios.
Recuerda que era patojo cuando su tío Felipe Figueroa - "Chaleco" - le puso el sobrenombre de "Witi", en referencia a un jugador de futbol de liga mayor procedente de la costa del Atlántico, "Guiti" Guzmán Gamboa. Siendo rotulador, hace bastantes años empezó a identificar su trabajo con un seudónimo a manera de firma: "Wittín" (con doble "t" y "n" al final).
También por allá a mediados de la década de 1960, aprendió un oficio al que su familia se dedicaba: elaboración de dulces tradicionales de Amatitlán. Por aquel entonces, los Peralta vivían por el rumbo de la 9a calle y 4a avenida, entre los barrios El Rosario y San Antonio; producían pepitoria y mazapán, además de otros dulces. En la esquina estaba la casa de la familia Duarte Escobar, en donde doña Lola y doña Nela hacían chancaca, matagusano, bocadillo de coco y dulces de colores.
En la década de 1970, fue ayudante en el taller de carpintería de don Chano Díaz, quien además era marimbista. Wittín era hijo de don Goyo Peralta, marimbista que integró el recordado conjunto de la "La Principal", pero quien no le quiso enseñar ese oficio para que no cayera en el vicio del licor. Así que con algunos consejos de don Chano, pero casi de manera autodidacta, Wittín aprendió a tocar marimba.
Lo que bien se aprende no se olvida. Wittín sigue dedicándose a hacer rótulos, de vez en cuando hace pepitoria en dulce (más por encargo que otra cosa) y ahora se dedica a coordinar ensayos y presentaciones de la Marimba Pampichí de la Municipalidad de Amatitlán; así como de su propia Marimba "Teclas Wittinecas".
Nadie sabe, nadie supo, en algún momento de sus andanzas, resultó siendo idenficado con la expresión popular "No le den". Al grado que cuando alguien lo ve pasar o lo saluda, le dicen: "No le den" !!! (OFG)
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