Por: Oscar Fajardo Gil, Cronista de la Ciudad de Amatitlán
Un año después de haber sido electa por primera vez la Srita. Flor de Mayo, la primera elección de Srita. Flor Silvestre se efectuó en
abril de 1956, resultando electa la señorita Amanda Aguilar de aldea Llano de
Ánimas. Se constituyeron así en las soberanas de la Tradicional y Bicentenaria Feria de la Cruz en honor al Niño Dios de Amatitlán, una por el área urbana y otra por el área rural. Por diversas razones, las autoridades municipales decidieron no
efectuar este certamen durante los años 1957 a 1962.
Al acercarse la Tradicional Feriala Cruz 1963,
el alcalde J. Mamerto Aguilar decidió volver a realizar dicha elección. Para tal efecto se organizó una Comisión
integrada por María del Rosario Peralta Hernández (La Shaca ), Esther de Catalán,
Ezequiel Alonzo, Augusto Justiniano y el perito agrónomo Urbano Martínez,
agente del Ministerio de Agricultura. Una tarde de domingo de abril, en el
quiosco del parque central de la ciudad de Amatitlán, se llevó a cabo la
elección con la participación de candidatas de las aldeas Tacatón, Llano de
Ánimas y Calderas. El Jurado Calificador eligió a Ana Lidia Hernández,
representante del Llano de Ánimas.[1]
1964
Se sabe que hubo 5 candidatas de distintas aldeas,
pero la elección en realidad no fue pública ya que se hizo en el Despacho
Municipal con sus representantes y alcaldes auxiliares. De esa manera fue
electa Ana María Trujillo, de aldea Llano de Ánimas. La coronación de la Srita. Florla Srita. Flor
Pasaron quince años hasta que,
durante el Gobierno Municipal que presidió el alcalde Prof. Eduardo Mirón
Cáceres, se volvió a elegir a la representante de la belleza de las mujeres
de aldeas y caseríos, recayendo dicha distinción en Zoila Francisca Justiniano Beltetón, Srita.
Flor Silvestre 1979.
Desde entonces se ha venido efectuado anualmente dicho
certamen de belleza, siendo evidente cada vez más que no existe mayor
diferencia entre las candidatas de área urbana y rural pues tan bellas, preparadas, talentosas, emprendedoras y valiosas las hay en ambos sectores de nuestro
municipio, claro que con algunas excepciones en virtud de no tener acceso a las
mismas oportunidades por cuestión de distancia o algún otro inconveniente.
Además de ser representantes de la belleza de las mujeres amatitlanecas, la Srita. Flor de Mayo y la Srita. Flor Silvestre ¿Tienen la obligación de hacer algo más por sus comunidades? En realidad no. Esa proyección comunitaria ya es una cuestión de voluntad y formación de cada una de ellas, pero no es su obligación. A lo largo de la historia, hay quienes han dejado un grato recuerdo por su altruismo, tal el caso de Carmen Violeta Samayoa Sosa, Srita. Simpatía 1978, con quien fundamos en ese año el Maratón del Juguete en el parque J. Oscar Reynosa Hernández.
No está de más recordar que, con corona o sin ella, todas las mujeres merecen respeto, consideración y ser valoradas por sus propios méritos con igualdad de derechos como parte de nuestra sociedad. Muchas gracias a las jóvenes candidatas, y a sus familias, porque su participación contribuye a conservar nuestras costumbres y tradiciones, parte de la identidad amatitlaneca.
Estos apuntes forman parte de nuestro libro REINAS DE AMATITLÁN (inédito).
[1] Fajardo Gil, Oscar.
Revista Mengala, Mayo 1995
[2] Fajardo Gil, Oscar.
Entrevista con Ana María Trujillo, 24 abril 2013
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