martes, 12 de diciembre de 2017

FUERTES VIENTOS dañan techo del estadio "Guillermo Slowing"

La parte norte del techo de estructura de hierro recubierta con láminas de zinc, en el estadio municipal "Guillermo Slowing", sufrió considerables daños debido a los fuertes vientos que han predominado en los últimos días. El domingo 10 de diciembre 2017, colapsó un tramo de 20-25 metros debido a que uno de los tubos de sostén se salió de su eje de soldadura provocando el hundimiento de algunas vigas.


Es evidente que se requiere más que trabajos de emergencia o temporales, conocidos popularmente como "chapuces". Existe alto riesgo de un derrumbe total o desprendimiento de algunas láminas u otras piezas. A simple vista se puede estimar que la reparación puede requerir de una elevada cantidad de dinero, el cual seguramente no está incluido en el presupuesto de la Municipalidad, propietaria del estadio.


Cuatro décadas después de haber sido instalado el techo original sobe la tribuna del estadio municipal de Amatitlán, es evidente la degradación y el mal estado en el que se encuentra debido principalmente a la corrosión. Aunque algunos trabajos de soldadura y pintura se han hecho eventualmente, no se ha cumplido con un real programa preventivo de mantenimiento. La estructura está deteriorada en un 70-75 % y la mayoría de láminas de zinc tienen un daño que va desde mediano hasta grave.


El estadio municipal de Amatitlán fue inagurado en 1961, cuando un seleccionado local tuvo una fugaz primera época en el fútbol de máxima categoría en Guatemala. Fue hasta en 1978, cuando el equipo Galcasa de Villa Nueva tenía como sede el estadio amatitlaneco, cuando la empresa Galvanizadora Centroamericana S. A., se encargó de colocar techo de lámina de zinc.

La durabilidad de una estructura de acero tiene que ver con su capacidad para soportar las condiciones físicas y químicas a las que se expone continuamente durante toda la vida útil para la que ha sido proyectada. Este proceso puede llegar a provocar su degradación como consecuencia de efectos diferentes en las cargas y oscilaciones consideradas durante el análisis de la estructura, además en el caso del estadio amatitlaneco la oxidación o corrosión provocada por los intensos inviernos tropicales característicos de la costa sur de Guatemala.

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