Continuaron
el lunes 16 de septiembre 2013 los trabajos iniciados el miércoles 11 por la
Municipalidad de Amatitlán con el fin de darle mantenimiento preventivo a la
Ceiba del Parque “J. Oscar Reynosa Hernández” del Barrio Hospital de esta
ciudad, la cual se estima que tiene entre 100 y 125 años de existencia. Desde
hace algún tiempo ha padecido una plaga de matapalo, que en los últimos años ha
proliferado.
La
Ceiba pentandra (L) Gaertn, pertenece a la familia de las Malvaceas, aunque con
anterioridad se le clasificó entre las Bombacaceas. Es un robusto árbol
originario de Mesoamérica, caducifolio de hasta 25-30 m de altura, con tronco grueso, espinoso cuando joven, liso y grisáceo de adulto, con ramas extendidas, horizontales y a veces con contrafuertes en la base. Hojas compuesto-digitadas, con 5-7(-9) folíolos lanceolados u oblongos, acuminados, de 10-20 x 2,5-5 cm, dispuestos en abanico al final del largo pecíolo, que puede medir 12-15 cm de largo.
La especie pentandra etimológicamente se refiere a penta: cinco y andros: masculino, refiriéndose a los estambres, unidos en la base formando un tubo y libres en su extremo, con los filamentos blancos o rosados y las anteras pequeñas. Fruto en cápsula coriácea de piriforme a elipsoide, de 15-18 cm de longitud, con 5 celdas y numerosas semillas negras rodeadas de abundante lana blanquecina. Por iniciativa del botánico guatemalteco Ulises Rojas fue declarado Árbol Nacional de Guatemala el 8 de marzo de 1955, siendo Presidente el Cnel. Carlos Castillo Armas.
La especie pentandra etimológicamente se refiere a penta: cinco y andros: masculino, refiriéndose a los estambres, unidos en la base formando un tubo y libres en su extremo, con los filamentos blancos o rosados y las anteras pequeñas. Fruto en cápsula coriácea de piriforme a elipsoide, de 15-18 cm de longitud, con 5 celdas y numerosas semillas negras rodeadas de abundante lana blanquecina. Por iniciativa del botánico guatemalteco Ulises Rojas fue declarado Árbol Nacional de Guatemala el 8 de marzo de 1955, siendo Presidente el Cnel. Carlos Castillo Armas.
Bajo
la frondosa sombra de esta ceiba amatitlaneca, en las décadas de 1950 a 1970,
los patojos disfrutaban de alegres chamuscas de fútbol, en la esquina de la 10ª
avenida y 6ª calle. Mientras que a pocos pasos en la esquina de la 10ª avenida
y 7ª calle se instalaban los circos: Rex, Pirrín, Navarro, Ponce y otros. Había
en ese predio dos pilas o tomas de agua en donde se refrescaban los caminantes,
así como ganado caballar y equino, que iban y venían por el rumbo de las aldeas
Agua de las Minas y Las Trojes.
Yaxché,
como también se le llama, es considerado árbol de la vida, árbol sagrado de los
mayas, cuna de Xibalbá, y árbol sabio. Ocupa el día Kam, primero de Tehalamatl,
o libro de los días (calendario de los veinte días) que sirvió a los pueblos
mesoamericanos como horóscopo para la predicción del carácter, oficio y otros
aspectos futuros de la vida de los niños. En otras regiones de Guatemala recibe
el nombre de Kapok o Inup. En América se le conoce también con los nombres de
"lupuna" (en la Amazonía peruana), bonga (en Colombia), o
"pochote" (en México).
El
matapalo, Psittacanthus calyculathus,
pertenece a la familia Loranthaceae, también es conocido como muérdago o liga. Es epifito
sobre árboles y arbustos silvestres o cultivados. Aun cuando su condición
principal es el hemiparasitismo; ya que posee toda la fisiología para
desarrollar sus actividades metabólicas de manera independiente, rara vez se
desarrolla terrestre. Se le observa como ramas diferentes a las del hospedero.
Las hojas son de color verde brillante que hacen contraste con los racimos de
flores de color rojo-naranja. Modo de distribución: Es una especie endozoocora,
esparcida casi exclusivamente por el excremento de aves y algunos murciélagos,
ya que las semillas son de testa dura y necesitan escarificación que se produce
en el tracto digestivo animal para germinar. Florece y fructifica durante todo
el año. La presencia y persistencia de esta especie sobre árboles forestales y
frutales conduce a la muerte tanto al hospedero como de ella misma. Para
combatirlo se recomienda la poda radical de las ramas afectadas, las cuales
deben sellarse de preferencia con un agente fungicida y bactericida.
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