APARICIO CASTILLO inigualable árbitro de BASQUETBOL

Por: Oscar Fajardo Gil, 

Cronista de la Ciudad de Amatitlán

Es curioso que con su corta estatura se haya dedicado precisamente al arbitraje de baloncesto, que se distingue por la altura de los jugadores. Además, él supo ponerle un sello especial a sus arbitrajes, con movimientos enérgicos, saltos y ademanes personales, que a más de algún espectador dibujaba una sonrisa de simpatía. "Era coqueto para pitar", señala con razón el amigo Prof. Emilio Pineda.

Al respecto, "don Apa" nos comentó: "Según mi creencia, un árbitro debe estar muy despierto y atento al juego, ser parte del mismo. En la medida de lo posible aportar al espectáculo para que el público no se aburra".

Bernardino Aparicio Castillo, conocido popularmente como "don Apa", nació el 20 de mayo de 1938 en el Barrio San Pedro, actual zona 5 de la ciudad capital. Se desempeñó durante 57 años en el referato desde 1960, ya titulado como árbitro colegiado de baloncesto, en diferentes ligas escolares, libres capitalinas y departamentales.

Con su primera esposa, Iris Concepción Cruz, vivió por los rumbos del Barrio Gerona, en la zona 1 de la Ciudad de Guatemala. Por circunstancias de la vida y razones ajenas a su buena voluntad, el matrimonio no funcionó. Por lo que volvió vivir soltero durante algunos años.

Después, en los inicios de la década de 1980, en Amatitlán conoció a su segunda esposa, Ana María Contreras, con quien se estableció como vecino del Barrio La Cruz.

Fue en aquella misma década cuando lo conocí, en los campeonatos navideños de basquetbol que se efectuaban en el gimnasio municipal de Amatitlán, cuando me dedicaba a la narración de los mismos.

El mejor recuerdo que "don Apa" guarda de su relación de más de medio siglo con el arbitraje en el deporte de las cestas, es que nunca tuvo mayores problemas ni reclamos por su desempeño o marcaje. Incluyendo alrededor de 85 a 90 juegos internacionales, entre los que se cuentan varias finales en categorías escolares e intermedias en El Salvador.

Se dice fácil, pero a lo largo de 57 años como árbitro activo, considerando seis juegos arbitrados por semana, pudieron ser más de quince mil (15,000) sus participaciones en la duela rectangular aplicando el reglamento de la FIBA. Muchas veces, solo en un fin de semana podría haber superado ocho juegos.

Es una persona sencilla, humilde, respetuosa. Chaparrito, moreno y risueño. Suele ser visto por allá por la Tienda Concepción, de nuestro amigo Chepito Pérez. Dentro de unos días cumple 81 años de edad. Felicidades don Aparicio. Gracias por su contribución tan positiva al deporte amatitlaneco.