Fueron recibidas en el altar mayor de la parroquia San Juan Bautista por el presbítero Gustavo Montenegro, párroco, quien les dio la bienvenida y les bendijo. Estuvieron presentes en el templo numerosos vecinos amatitlanecos, especialmente del barrio La Cruz.
Estas imágenes de Niño Dios, conocidas como de encomienda, de ofrenda o recolectores, han llegado desde hace muchos años, 250 a 300 o más, desde lugares más o menos lejanos a Amatitlán. Durante varias jornadas, en el pasado en que no existía buenos caminos ni facilidades de transporte, venían por fincas, parajes, caseríos, aldeas y diversas poblaciones, recolectando ofrendas y encomiendas para el Niño Dios de Amatitlán en su festividad.
En 1879, don Pablo Luna y su esposa María Dolores Ferrer de Luna, al darse cuenta que un intenso temporal impedía llegar hasta el templo a algunos grupos de peregrinos o romeristas con estas imágenes, decicieron recibirlos en su propiedad y de esa manera darles la bienvenida. Tradición que cumple ahora 139 años de efectuarse.
Tal como ocurrió el año pasado, este año los Niños Visitantes no fueron llevados a la playa principal del lago, como se acostumbraba durante las últimas tres décadas, por lo menos. En cambio, fueron llevados al templo parroquial, desde donde se dirigieron al barrio La Cruz.
El Niño Dios de Calderas, esta vez a cargo de doña Mirta Bella Medina de Albizures y su hija Esmeralda del Rosario Albizures Medina, como ocurre desde hace catorce años, realizó una actividad previa el viernes 27 de abril, visitando los centros educativos Forintel, Liceo Mixto San Juan y Colegio Sagrada Familia de Amatitlán, en donde fue recibido con alegría y mucho entusiasmo.
El Niño Dios de Calderas tradicionalmente había sido recibido en casa de la familia de doña Dolores Aguilar, su hija Victorina Peralta Aguilar y más recientemente por su sobrina Coralia de Jesús López Peralta. Sin embargo, este año fue recibida por primera vez en casa de don Rolando González y familia (1ª avenida entre 2ª y 3ª calles).
En ese lugar se contó con la grata presencia del sacerdote Vinicio Sandoval, la alcaldesa municipal Mara Marroquín Flores, y el Cronista de la Ciudad de Amatitlán, Oscar Fajardo Gil, además de buena cantidad de vecinos. Con una oración, el mensaje de la primera autoridad del municipio, así como una breve reseña del Cronista, quien solicitó guardar un minuto de silencio por las personas relacionadas con esta bienvenida que han fallecido particularmente por don Arístides Aguilar, se cumplió con un escueto programa.
Después, la procesión con las demás imágenes continuó su recorrido hacia la residencia de la familia Hernández Aguilar, sucesores de doña Basilia Paredes de Aguilar y don Justo Aguilar, en donde se efectuó otro programa.
