MAÑANA ME VOY A ECHAR EL OCTAVO...

Vamos a hacer ejercicio !!! dijo mi esposa en tono cautivador. Confieso que mi cochambrosa mente se trasladó al único lugar donde he practicado algún tipo de ejercicio físico durante mucho tiempo, nuestra alcoba. Pero no. Lejos estaba yo de imaginar lo que se me venía encima. Esta vez se refería a que saliéramos juntos a caminar, porque de correr ni hablar con la obesidad olímpica de la que puedo presumir. Y no es que pese tanto, sólo 115 libras por encima de mi peso normal; lo que anda mal es mi estatura pues con mi peso actual debiera medir algo así como 2.25 metros.

No había forma de escapar. Mi mente no pudo argumentar las palabras apropiadas. Será porque estaba muy reciente la celebración de mi cumpleaños, el cual estuvo aderezado con abundante comida, varios pasteles, y una generosa cantidad de bebidas espirituosas. Fue el efecto de la goma o resaca? O tal vez porque ya casi no tengo ropa que ponerme porque no hay forma que me quede bien o que tan siquiera me cierre... o será que se encogió???

Así es que muy temprano, hace una semana, salímos muy animados, ella más que yo, locos de contentos, con toda la ilusión del mundo a caminar... según yo sería cuestión de unas pocas cuadras. Ella no me advirtió que tenía una ruta ya determinada, bastante más lejos de lo que yo podía imaginarme. El puro orgullo propio me mantuvo de pie, a pesar de sentir que el corazón se me salía por la boca o por los oídos. Cuando llevábamos unos veinte minutos sin parar, y algo así como kilómetro y medio medido con hule canche, ella sonrió en señal de que debíamos regresar.

Seguro que muchos serán los que han pasado por una situación similar. La típica persona que el primer día va vestido con camisetas de propaganda de bebidas: Cerveza Gallo, Brahva, Coca Cola, Jhonny Walker, etc. El primer par de tenis que encontró, una coqueta gorra, y quizá algún cobertor tipo sudadero o algo similar.

No hay primera sin segunda dijo Mincho Calandraca, según la canción aquella de "Son tus perjúmenes mujer" de Mejía Godoy. Pues, a pesar de cierta resistencia de mi adolorido cuerpecito, al día siguiente muy temprano allá íbamos rumbo al estadio municipal, y de ahí regresamos. La tercera es la vencida, dijo Cástulo Lobandique, y el viernes, repetimos el mismo recorrido y los mismos 45 minutos. Ya para entonces nos habíamos cruzado en el camino más de una vez con varios conocidos y otros desconocidos, la mayoría nos saludó con una sonrisa, sin faltar quienes habran hecho comentarios de burla o de lástima, pero lo bueno es que también sentimos las buenas vibras de quienes nos animaban a seguir en la lucha, a no rendirnos, a unirnos a la familia de los caminantes diarios.

A la cuarta ni los bueyes !!! Llegó el sábado y le agregamos unos cientos de metros más al recorrido, eso sí con el mismo tiempo, hasta la calle del teleférico... o sea que dispusimos caminar un poquito más rápido, sin llegar a trotar y mucho menos a correr, porque eso sería una locura, un abuso, un pecado según mis atrofiados músculos y articulaciones.

Ahí vamos, poco a poco, dice mi esposa. El domingo solo ella salió a caminar, allá por el Parque La Democracia en la capital, mientras yo iba a transmitir la XXXIII Media Maratón Las Rosas, en Antigua Guatemala.

Reiniciamos nuestras madrugadoras caminatas, anteayer lunes. Lo bueno es que he sentido algunos cambios positivos: se me está normalizando el sueño, pues hasta ahora he padecido de insomnio y de frecuentes dolores de cabeza. Ahora duermo un poco más y mejor. También siento que mi digestión va mejorando. Será cuestión también de hacer una dieta más saludable, pero para eso vamos a darnos algún tiempecito más. Afortunadamente no he sentido dolores ni he padecido de ampollas. Gloria a Dios por todo eso !!!

Hoy fue mi séptima caminata, sumando 300 minutos. Mañana jueves, con fe en el Todopoderoso Padre de todos los deportistas y mío también, me voy a echar el octavo... pero el octavo día de estar tratando de restaurar este templo que Dios me dio hace medio siglo y que tan descaradamente he convertido en ruinas de diabetes, hipertensión y otro manojo de enfermedades. La mente está puesta en un horizonte mucho más agradable de buena salud, paz, y armonía. Si se puede !!!