Por: Oscar Fajardo Gil,
Cronista de la Ciudad de Amatitlán
En la séptima calle entre 12a y 13a calles del Barrio Hospital en Amatitlán, frente a donde ahora está el Centro Comercial Plaza del Lago, vivía don Brígido Santos Hernández, conocido popularmente como "Don Bico", quien nació el 08 de agosto de 1901. Lo conocí personalmente a mediados de la década de 1970, cuando yo era un patojo de apenas diez años que iba por ese rumbo a visitar a mis abuelas. Lo recuerdo con su bigote blanco, saco oscuro y un sombrero que cubría sus cabellos por ese entonces ya blanqueados por siete décadas de vida.
De profesión agricultor, se dedicaba al cultivo de maíz, frijol y manía. Por cierto, al cosechar la manía, la pelaba y la tostaba para venderla en la puerta de su casa directamente al consumidor. Me costa que su producto era de buena calidad.
El primer ferrocarril, de Palín a Amatitlán, llegó en 1882. Aún debieron pasar dos largos años para construir el último tramo, incluyendo el paso por el "relleno" del lago de Amatitlán. Fue hasta el 19 de julio de 1884, cuando llegó a la ciudad capital.
Sin embargo, el ferrocarril aún necesitaba mucho trabajo para construir el ramal del norte y ampliar el del sur. Pues resulta que, en sus años mozos, Brígido Santos Hernández trabajó en la cosntrucción de las líneas del ferrocarril, como peón y cocinero. Ahí fue donde aprendió a echarle plátano al caldo, ya que cocinaba según el gusto de "los negros", personas de piel oscura de ascendencia africana, que en su mayoría eran los peones que se dedicaban al pesado trabajo de instalar los rieles ferrocarrileros.
Fue casado con la señora Hermenegilda Morales (QEPD), con quien fueron padres de seis hijos: Juan de Dios (QEPD), Dominga (QEPD), José Lucas, Marta Dolores, María Ángela, y Vidalia del Rosario (QEPD), todos ellos de apellidos Santos Morales. Es oportuno anotar que su nieta Eldris Oralia Chávez Santos fue representante del Barrio Hospital en la elección de Srita. Flor de Mayo, hace algunos años.
El mayor legado de "Don Bico" para Amatitlán fue su dedicación, por 40 años, como catequista de la religión católica, impartía la "doctrina" a niñas y niños de siete o más años de edad. Él era fiel de la Orden de los Franciscanos, en la cual hacían votos de pobreza.
Como catequista, era también requerido por el vecindario para ayudar con sus oraciones "a bien morir" a las personas que estaban en agonía por enfermedad o consecuencia de algún incidente. Iba a misa a la Capellanía del Calvario, los domingos y cuando la ocasión festiva o funeraria lo demandaba.
"Don Bico" Santos fue llamado a la presencia del Supremo Creador el 02 de agosto de 1995, a dos meses de cumplir 94 años de edad. Con seguridad se encuentra del bien merecido premio de vida eterna en el Reino de los cielos.
Muchas gracias a Rosario Collier de Saravia, esposa de Luis Alfonso Saravia Santos - nieto de Don Bico, por su amable colaboración con información para este reportaje especial.
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