sábado, 8 de junio de 2024

ACEROLA: una FRUTA deliciosa de Amatitlán de Antaño

Por: Oscar Fajardo Gil, Cronista de la Ciudad de Amatitlán

Gratamente, vienen a nuestra memoria los recuerdos de nuestra educación parvularia en la Escuelita de la “niña Meches”, 6ª avenida y 9ª calle esquina del barrio El Rosario, en la ciudad de Amatitlán; en cuyo patio además de jugar con cincos o canicas, boliche con latas de jugo, trompo, capirucho, yo-yo, perinola con apuesta de carteritas y otros sanos entretenimientos, también saboreamos más de alguna deliciosa acerola de su jardín.[1] También recordamos que don Oscar Gil Quezada “Tío Coy” tenía acerolares en su propiedad, esquina de la 7ª avenida y 8ª calle del barrio El Rosario, frente a la escuela Rafael Iriarte. El amigo Manuel Ponciano nos convidó algunas acerolas de su propiedad, allá por la 5ª avenida entre 10ª y 11ª calle del barrio El Rosario, hace unos pocos años, en el 2021.

Su nombre científico es (Malpighia emarginata), llamada comúnmente acerola, cerecita, manzanita o semeruco, nombre que recibe su fruto, es una especie de la familia Malpighiaceae que crece espontáneamente en América Central, las Antillas y en las zonas tropicales húmedas de Sudamérica. Es apreciado por sus frutos, que tienen un alto contenido de vitamina C, y su uso ornamental. No confundir con la especie Crataegus azarolus, conocida comúnmente como acerolo.

Conocida actualmente, en diversos medios por redes sociales, como “Oro rojo”: la fruta que produce más colágeno, combate la gripe y las alergias, y también ayuda a rejuvenecer la piel. La fruta rica en vitamina C, antioxidantes, fibra y bajas en calorías. La acerola, una fruta exótica con una forma similar a la cereza y un tamaño que recuerda a una mini manzana, ganó popularidad como un suplemento saludable.


El color de la acerola varía según su madurez, a veces mostrando tonos anaranjados, rojizos o amarillentos. Sin embargo, a pesar de su creciente popularidad, obtener la fruta entera puede ser un desafío en países no tropicales. Por ello, muchas personas optan por consumirla en forma de polvo o extracto líquido. Estos formatos son más accesibles y brindan la posibilidad de aprovechar sus beneficios para la salud.

Originaria del sur de México y norte de Centroamérica, en la región cercana al Mar de las Antillas, la acerola, también conocida como "cereza de las Antillas", extendió su influencia al norte de Sudamérica.

Además, la acerola, al ser un alimento inmunoestimulante, ayuda a combatir la gripe, las alergias y el estrés mediante la síntesis de anticuerpos. Un artículo reciente del Journal of Food Science and Technology destaca algunos de los beneficios más notables de la acerola:

Fuente poderosa de vitamina C: la acerola se destaca por ser una de las fuentes más ricas de vitamina C. Una sola porción de acerola puede proporcionar hasta 50 veces más vitamina C que una naranja, fortaleciendo así el sistema inmunológico y protegiendo el cuerpo contra enfermedades.

Propiedades antioxidantes: además de su alto contenido de vitamina C, la acerola está cargada de antioxidantes que combaten los radicales libres y ayudan a prevenir el daño celular. Estos antioxidantes no solo promueven una piel radiante y juvenil, sino que también pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

Refuerza la salud cardiovascular: consumir acerola regularmente puede beneficiar la salud del corazón y las arterias. Sus compuestos antioxidantes ayudan a reducir el colesterol LDL (colesterol malo) y a mejorar la circulación sanguínea, lo que a su vez puede disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión y los accidentes cerebrovasculares.

Promueve una piel saludable: gracias a su contenido de vitamina C y antioxidantes, la acerola puede contribuir a una piel más firme, radiante y juvenil. La vitamina C es esencial para la producción de colágeno, una proteína que mantiene la elasticidad de la piel y ayuda a prevenir arrugas y flacidez.

Ayuda a la digestión: la acerola contiene fibra dietética, que es crucial para mantener un sistema digestivo saludable. La fibra ayuda a regular el tránsito intestinal, previene el estreñimiento y promueve la salud de la microbiota intestinal, lo que a su vez puede fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la absorción de nutrientes.

Combate la fatiga y el estrés: gracias a su alto contenido de vitamina C, la acerola puede ayudar a combatir la fatiga y el estrés. La vitamina C es importante para la producción de neurotransmisores como la serotonina, que influyen en el estado de ánimo y la sensación de bienestar. (OFG)

Con información parcial de www.cronista.com y Wikipedia.


[1] Fajardo Gil, Oscar. Tierra de Amatles, monografía de Amatitlán, 1ª edición (2010)

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